Para una empresa, la primera impresión es importante, quizás no es lo único, pero en un mercado tan saturado, donde existen muchas empresas de calidad, puede marcar la diferencia. Por lo tanto, los primeros pasos para obtener una buena imagen de marca es trabajar en la carta de presentación, la cual se conforma de tres partes principales:
- Nombre y logotipo de marca: Las claves para una correcta estrategia a la hora de elegir el nombre de nuestra marca (si aún no lo hemos hecho) son, escoger un nombre corto, original, fácil de recordar y pronunciar, y sin connotaciones negativas en otros idiomas. Respecto al logo, debemos tener en cuenta qué imagen queremos mostrar a través del diseño del mismo, ¿tenemos una imagen vintage o quizás moderna y minimalista? Así mismo, hay que guardar la coherencia en colores y lograr que se identifiquen con la empresa.
- Página web y redes sociales: No importa lo grande o pequeño que sea tu negocio, debemos disponer de un sitio web con un buen diseño acorde con la imagen de marca, donde resulte fácil moverse para el usuario y no tarde en cargar. De igual modo, la presencia de la empresa en redes sociales debe ser beneficiosa para el cliente que nos sigue, aportando valor con noticias interesantes, y actuando como un canal más para la comunicación entre marca y usuario.
- Trabajar las relaciones con periodistas: La comunicación a través de la página web y redes sociales es fundamental hoy en día, pero no debemos olvidar la comunicación offline. Uno de los grandes logros para los que tenemos que trabajar es conseguir una buena, ágil y fluida conexión entre la compañía y los medios informativos. Para ello la clave es emitir con frecuencia noticias de interés para los medios de comunicación y estar preparados para satisfacer las peticiones de los periodistas. Al fin y al cabo estos medios tradicionales son los que ofrecen una comunicación masiva.
- Diseño gráfico y papelería: La papelería corporativa puede englobar desde una tarjeta de visita hasta el diseño del uniforme de trabajo. Este aspecto es importante por la ayuda que aporta al networking de la empresa, gracias a que los datos de contacto y branding estarán presente en todos aquellos sitios donde la papelería de tu empresa esté disponible.
Para completar una imagen de marca buena y atrayente, la empresa debe regirse bajo la premisa de que la lealtad y fidelidad a una marca no es un acto racional por parte del consumidor, sino emocional, por tanto, la finalidad última es establecer una relación emocional con el cliente. Para ello, los puntos clave a seguir serían:
- Saber a quién nos dirigimos: Conocer a nuestros clientes es fundamental para saber cuáles son sus necesidades y cómo despertar en ellos el deseo por nuestro producto o servicio.
- Conocer dónde se mueven: Para llevar a cabo una eficiente comunicación del producto debemos saber a través de qué plataformas darnos a conocer correctamente, depende del consumo de nuestros clientes.
- Atenderles de manera exquisita y personalizada: Al cliente le gusta sentirse especial, y frente a una empresa competidora que aporte el mismo servicio con la misma calidad se inclinará por aquella que le ofrezca algo más, una buena experiencia de compra y post-compra.
- Dejar clara la funcionalidad del servicio o producto: Ser claros y sinceros acerca de lo que podemos aportar, transmite seguridad y confianza en el consumidor.
- Mantener viva la relación: Tal y como hemos planteado previamente, la empresa debería buscar como fin último establecer una relación emocional con el cliente y cuanto más duradera sea, mejor. Para ello, una vez captado el cliente debería, en la medida de lo posible, realizarse un seguimiento en tu compra y post – compra. Conocer sus gustos para personalizar la oferta futura y fidelizarlo.
Estas herramientas son la base del éxito para lograr una buena imagen de marca, que puede convertirse en la ventaja competitiva que diferencie a tu empresa del resto.